jueves, 7 de abril de 2011

Lenguas Romances

Las lenguas romances (también denominadas románicas o neolatinas), derivaron de una protolengua: el latín, lengua indoeuropea del grupo itálico que comenzó a hablarse en el Lacio, región del centro de Italia.

El denominado “latín vulgar” fue el que sentó las bases para crear una gran familia lingüística, pues era el hablado en el Imperio Romano. Se difundió, pues, conforme las legiones romanas conquistaban nuevos territorios. Así impusieron esta lengua para llevar a cabo principalmente las funciones administrativas. El “latín vulgar” logró mantener cierta uniformidad, pero con el paso del tiempo dicha rama fue variando de región a región. Al sobrevenir el fin del dominio romano, el latín se transformó hasta dar origen a las lenguas romances.

El “latín vulgar” era diferente del “latín culto”: el segundo se utilizaba principalmente para escribir. Además, era hablado sólo por los miembros de los estratos sociales más altos; en cuanto a su forma y estructura, era rígida y cerrada al cambio. Por su parte, el “ latín vulgar” o “discurso plebeyo” tuvo, por decirlo de algún modo, un proceso de desarrollo más libre. Era la lengua del pueblo, de los comerciantes y de los soldados.
 
Las lenguas romances son: Gallego, Portugués, Español, Catalán, Provenzal, Francés, Sardo, Italiano,  Dálmata(+), Rumano

No hay comentarios:

Publicar un comentario